La sonrisa; No encuentro mejor mecanismo para acercarme a la gente, para crear una conexión profunda y sincera. Es encantador ver uno de vuelta, esa cálida oleada de emoción a través de todo tu cuerpo, sabiendo que estás siendo correspondido.
Me encanta poder entablar conversaciones rápidamente, ver como la gente se desenvuelve frente a ti cuando sienten que están seguras a tu lado, es como una especie de baile, que a medida que lo perfeccionas puedes sentir que dominas el baile piso, a medida que su lenguaje corporal se relaja, comienzas a ver cómo vuelven toda su atención hacia ti.
La sonrisa es mi arma preferida por excelencia. Hemos encontrado una forma sutil de mostrar el puñado de púas afiladas que nos han ayudado a comer todo lo que camina en nuestro maravilloso mundo.
Para mí sonreír es más que expresar lo que siento, es emanar lo que considero mi esencia, es demostrar que estoy aquí para ti.
Sonreír es maravilloso, inténtalo cuando tengas las antorchas encendidas cuando la caza de brujas haya comenzado, en el momento en que tu mente arda en llamas de odio.
No hay nada como estar absorto en tus pensamientos cuando caminas por la calle y te encuentras con alguien que conoces. Entabla una conversación informal y sonríe con calma evitando recordar que tu mente divagaba entre pensamientos de suicidio, hambre y ese extraño lunar que apareció recientemente en tu hombro izquierdo.
Debes sonreír cuando veas un cascarón vacío en el espejo, lleno de mentiras, rencores y resentimientos. Cuando tus reproches invaden tu mundo, en el que sientes que nada en ti tiene el más mínimo sentido, ese es el momento perfecto para construir el arco de la felicidad.
Es fascinante para mí cómo puedo hablar fácilmente sobre la construcción de un futuro mejor mientras sueño despierto, cómo mi rostro se calienta por el flujo de sangre, mis ojos se estrechan y la risa está tan cerca de la superficie. En ese momento podría decir que estoy más vivo que nunca, tan vivo que olvido que estoy muerto, que nada me importa porque nada tiene sentido.
Mi vida ha estado llena de sorpresas y momentos inesperados, de cambios en el camino que me han llevado a lugares inesperados. Siento que podría contar miles de historias y hacer de ellas un relato de aventuras inolvidables, sería mi saga en la que me veríais recordando cada parte del viaje con emoción y alguna que otra broma para aligerar la narración.
Si te sentaras a mi lado para contarte mi historia, verías cómo dibujo el camino de un personaje con tanta precisión como su testigo. Me verías con una gran sonrisa, que es el anzuelo para que camines a mi lado por un camino lleno de ediciones y censura, en el que no sabrías que detrás de esa narración hay un mundo gris, con el sufrimiento enterrado en el fondo. fondo de un foso, que hay soledad, abandono y abuso.
En un mundo perfecto esa sonrisa no existiría, esa sonrisa sería una carga enorme, en un mundo perfecto no necesitaría reírme para ocultar que soy tan vulnerable como el niño que fue acorralado y amenazado mientras la inocencia se desvanecía entre lágrimas y saber que no hubo nadie que me salve de ese maldito momento. En un mundo perfecto, mi sonrisa sería real; en un mundo perfecto, nada de esto hubiera pasado.
La sonrisa es acogedora, es la vía rápida para acercar dos corazones. Es una llamarada de cariño y un escudo que ayuda a ocultar lo pesado que es para mí seguir, lo difícil que es no poder gritarle al mundo que odiaba a mi abuela y que aún guardo ese rencor por mi madre por dejándome solo más de una vez, que los peores años de mi vida los pasé entre libros y música para esconderme del rechazo que resultaba de vivir entre extraños.
Por eso me encanta sonreír porque puedo ser yo mismo, un yo en el que no creo, que es un invento para proteger lo poco que queda después del saqueo. Sonrío para recordarme que el mundo es más que algo malo, que hay vida y amor en los rincones que menos imaginas; Sonrío para decirme que debo seguir levantando el muro que me protege de las invasiones a mi mundo interior, sonrío para convertir esa muestra de mis dientes en un cortafuegos en un bosque inflamable.
Me siento un poco desnuda ahora que conoces mi secreto de la felicidad, que sonreír es más que un gesto, es una prisión, es una mentira y una verdad gritada en silencio. La sonrisa frente al espejo me recuerda que aún me queda mucho camino por recorrer, así que trato de cuidar mis dientes y seguir mostrándolos con calma en cada sonrisa. Veremos cual será el desenlace de esta historia y espero estar viva para contarla, espero llenarlos de emoción y que sonrían conmigo como si fuera un manantial de alegría, quiero que mi sonrisa sea como contagiosa como bostezar, que sepas que es una bienvenida para mantenerte fuera de mi mundo. ¡Sonrisa!
"Ríe y el mundo reirá contigo, llora y llorarás solo". Oldboy (2003), del director Park Chan-Wook.